domingo, 22 de marzo de 2015

No fue exceso de confianza, se trató, simplemente, de mala suerte durante la 26ª prueba clasificatoria. Las primeras tres salidas superaron progresivamente los tiempos, pero una cuarta prueba terminó con un accidente de características espectaculares y demoledoras para el Weif Tiburón del 63, modificado y preparado por la misma Sofía. Se comprobó después que una mancha de aceite fue la causa de la falta de adherencia y desestabilización del Tiburón, que siempre estuvo allí, durante la prueba, y que en las tres primeras ocasiones afortunadamente no fue tocada por el auto. La cuarta, la tomó de lleno y el resultado fue la destrucción total del hermoso coche. Para Sofía la suerte de resultar ilesa, pero para Elena, que presenció las cuatro salidas, una crisis de nervios que la alejó de Sofía por más de un mes.



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